José García Sánchez
Triques Los panistas son tan previsibles como ladrones, aunque no dejan de sorprendernos a pesar…
Buena estrategia la del gobierno de la Ciudad de México al afirmar que sólo un millón 200 mil personas marcharon el 27 de noviembre por sus calles.
A pesar de la agonía del neoliberalismo y de las paupérrimas condiciones en las que vive Europa, encuentran espacios mediáticos en los que insisten en otorgarle a la pertenencia más profunda la moda de la aldea global, superada desde hace muchos años
Quienes consideran que la marcha del 27 de noviembre significó el fin de algo o de alguien, sólo fortalecen la leyenda, que, más allá del culto a la personalidad empieza a tomar forma dos años antes de la conclusión del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.