Santuario de Culiacán recibirá 10 hipopótamos de Pablo Escobar
Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (Azcarm) confirmó que el Santuario Ostok de Culiacán, Sinaloa, adoptará a 10 hipopótamos de los más de 130 ejemplares que descienden de cuatro hipopótamos adquiridos por el narcotraficante Pablo Escobar en 1984 y que habitan, en el que fue el zoológico del capo en Antoquia, Colombia, para evitar que sean sacrificados pues se les considera una especie invasora.
“La idea es evitar que sean sacrificados, pues aunque efectivamente aquí se están reproduciendo rápidamente, en la última reunión de la La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en Panamá se propuso que los hipopótamos reciban la máxima protección incorporándolos como una de las especies más amenazadas del mundo por la crisis climática que está acabando con sus hábitats naturales, por la caza furtiva y el comercio de marfil de sus dientes”, mencionó el director del Santuario Ostok.
El presidente de la Asociación explicó que la Azcarm y el Santuario Ostok están colaborando con las autoridades de Colombia para salvar y reubicar a los hipopótamos que podrían llegar a ser sacrificados en el que fuera el zoológico de “El Patrón”.
Zazueta colabora con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia en un plan de manejo que busca el mejor destino para 133 hipopótamos que son descendiente de tres hembras y un macho que Pablo Escobar ordenó importar a Colombia para que habitaran en el zoológico que construyó en su Hacienda Nápoles, ubicada en el municipio de Puerto Triunfo, en el departamento de Antioquia.
Explicó que desde que el narcotraficante colombiano abatido, a mediados de la década de los 90, nadie se hizo cargo de estos animales que hoy viven en las riberas del río Magdalena, por lo que se han reproducido en tasas tan elevadas que se estima que si no se toman acciones inmediatas en menos de 10 años podrían ser hasta 400 ejemplares.
“Estos enormes animales que son del continente Africano, en Colombia tienen una dinámica de crecimiento mucho más acelerada porque no existen sus depredadores naturales ni algunos aspectos ambientales, como largos periodos de sequía, que pueden destruir sus hábitats y evitar su reproducción. Es por ello que se han reproducido exponencialmente convirtiéndose en un serio problema ambiental para el ecosistema colombiano en el que habitan”, sostuvo.
Y es que, los hipopótamos se han convertido en un peligro ecológico para la región porque son animales que llegan a pesar hasta tres toneladas; diariamente necesitan alrededor de 200 kilogramos de alimento; arrasan con las flora y fauna del humedal en el que viven; porque son muy territoriales; y desplazan a la especies nativas.