Ante la violencia Arzobispo de Tuxtla, llama a la paz


Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. – Tras su participación en la 118ª Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, el Arzobispo Monseñor Francisco González González, compartió una reflexión sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia católica en México, con especial atención a la realidad de Chiapas.
En su mensaje, el prelado señaló problemáticas graves que afectan a las familias y a la sociedad en general, como la violencia, las desapariciones forzadas, el crimen organizado, el alcoholismo, la drogadicción y las migraciones.
Ante esta situación, reiteró el compromiso de la Iglesia de impulsar procesos de acompañamiento, formación y ayuda pastoral para fortalecer a las familias y promover la reconciliación y la paz.
Monseñor González destacó que la familia, como vocación eclesial, enfrenta una profunda crisis debido a factores como la pobreza, el machismo, la violencia intrafamiliar, la inseguridad y políticas públicas que amenazan su estabilidad.
Advirtió que no debe normalizarse el dolor social y llamó a anunciar el Evangelio de la paz, denunciar las estructuras de pecado y consolar a las víctimas.
Amor y servicio a los más vulnerables pide la Iglesia
Como parte de su reflexión, retomó el Evangelio del III Domingo de Pascua (Juan 21,1-19), donde Jesús resucitado se encuentra con sus discípulos, para subrayar la importancia de renovar la misión de la Iglesia desde el amor y el servicio, especialmente hacia los más vulnerables.
En el caso específico de Chiapas, el Arzobispo reconoció que los desafíos se intensifican por la complejidad social del estado, incluyendo la violencia, el crimen organizado, la pobreza estructural, la diversidad religiosa y la marginación de comunidades indígenas.
Mencionó que, como nuevo arzobispo, está en un proceso de discernimiento sinodal para entender mejor la realidad y buscar respuestas desde la fe.
Finalmente, destacó el trabajo de la pastoral social en las tres diócesis de Chiapas, que ha mantenido un compromiso profético en la defensa de los derechos humanos y la justicia.
Resaltó que la fe y la resiliencia de las comunidades católicas chiapanecas son un testimonio de esperanza en medio de las adversidades.
Con este mensaje, la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez reafirma su llamado a la solidaridad, la justicia y la construcción de paz, desde una Iglesia cercana a los que sufren.