Delincuencia empresarial organizada; son los impunes ecocidios de las inmobiliarias.


Los imparables e impunes ecocidios son los daños y consecuencias al medio ambiente por desarrollos Inmobiliarios y su impacto social y humano en los pobladores de las comunidades, donde se construyen viviendas y lujosos residenciales. Los desarrollos inmobiliarios son una fuerza omnipresente en ciudades y comunidades, dando forma a un nuevo entorno construido y a nuestras vidas diarias.
A medida que las poblaciones urbanas siguen creciendo, la demanda de viviendas, oficinas, espacios comerciales, residenciales aumentan de manera constante. Sin embargo, este crecimiento inmobiliario tiene un costo significativo para el medio ambiente, que a menudo pasa desapercibido en medio de la expansión urbana; pero la flora, la fauna y la selva van desapareciendo, es un fenómeno que no para; Mérida y municipios conurbados lo están sufriendo y viviendo.
Los ecocidios se reportan todos los días, pero muy pocos voltean a ver el gran daño que vienen causando; lo que antes en las ciudades eran áreas u ombligos verdes, ahora están devastados o son planchas de pavimentos.
La ambientalista Teresa Vaught Charruf, representante del Consejo Ciudadano por el Agua en Yucatán, gran defensora, ha denunciado “caos ambientales”, zonas donde han ocurrido devastaciones; que son blanco de interés inmobiliario por parte de grandes empresas desarrolladoras y turísticas.
Vaught asegura que Cuando un empresario destruye así, eso no es desarrollo: “Es delincuencia empresarial organizada”.
Por eso convoca, tanto a las autoridades como a la sociedad, de que “Estamos ante una emergencia planetaria y que es momento de frenar los ecocidios y convertir en verdaderos santuarios las áreas protegidas, con acciones reales, no con discursos. Y de que los funcionarios dejen de ser cómplices de grupos de empresarios que destruyen, porque no es, o no son los desarrollos en sí, sino que se convierten en delincuentes empresariales organizados, es decir, mafias de cuello blancos.
Es importante también que la ciudadanía local comience a levantar la voz, a atrincherarse, como parte de un movimiento social en defensa del medioambiente y frenar a los delincuentes ambientalistas.
Porque destruir esos ombligos o zonas verdes, las selvas y acabar con la flora y su fauna, es destruir vida, historia y futuro”, son pulmones ecológicos y hay que exigir justicia y castigo para esos asesinos del “mundo verde” y sus consecuencias en los pobladores.
El ecocidio es la destrucción de ecosistemas y de la vida misma y hay que denunciar a esos empresarios y funcionarios que lo permiten.
Cabe precisar que el impacto del desarrollo inmobiliario en el medio ambiente y cómo esta industria puede desempeñar un papel fundamental en la mitigación de los efectos negativos. Desde la deforestación y la pérdida de hábitats naturales hasta la generación de residuos y la huella de carbono, consecuencias del desarrollo inmobiliario en relación con la sostenibilidad ambiental. Urgente frenar los ecocidios en las poblaciones y municipios yucatecos.